¿EN QUE NOS AFECTA TENER PARTÍCULAS SUSPENDIDAS EN EL AIRE SIN CONTROL ALGUNO?

El tener partículas suspendidas en el aire sin control nos genera un problema de calidad de aire interior ( también llamado «síndrome de un edificio enfermo») consistes de quejas, síntomas y enfermedades que están relacionadas a contaminantes concentrados denominados generalmente polvo en el ambiente en los edificios. En realidad, el aire interior es un problema que impacta la salud y productividad de la mayoría de las personas

NOM 035 Medición de la composición química de partículas

Las estrategias del PROAIRE 2002-2010 están dirigidas principalmente hacia el cumplimiento de las normas de calidad de aire y se enfocan a las actividades responsables de las emisiones que ocasionan altas concentraciones de O3, SO2, NO2, HC y partículas. La evaluación de las medidas debe apoyarse en el seguimiento de indicadores como la concentración de los contaminantes, reducción de emisiones en las fuentes, los efectos en la salud, e impactos sociales y económicos. La definición de ellos se hizo en función de los objetivos del PROAIRE 2002-2010 y de las herramientas con que se cuenta para conocer el estado de la contaminación atmosférica en el área.

NORMAS ACTUALES SOBRE EL CONTROL DE AIRE DEL INTERIOR DE UN EDIFICIO

La Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción y Aire Acondicionado (ASHRAE) recomienda que los espacios de oficina tengan por persona 20 pies cúbicos por minuto (cfm) de aire provisto del exterior con medidas del dióxido de carbono: de 300 – 350 ppm de dióxido de carbono.
Examine la contaminación y transcontaminación por los conductos de entrada y salida; verifique esto con medidas de monóxido de carbono y otras como sea apropiado.
En cualquier control realizado, mida las mismas cosas en aire exterior para propósitos de comparación.  Tenga cuidado en la selección del método usado para así obtener un suficiente bajo límite de detección para poder comparar el aire interior con el exterior.
Revisa el funcionamiento y mantenimiento de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
Inspecciona el edificio y localiza indicaciones de escapes y daños por agua.  Revisa el uso de químicos en el edificio y posibles fuentes de contaminantes de aire.